Que hoy se lee poco es un tópico que escuchamos a menudo, però que
precisamente es esto: un tópico. Ya nos lo explicó hace años el
lingüista recientemente desaparecido Jesús Tuson. Nunca hemos leído
tanto como ahora. Leemos muchísimo. Pero leemos diferente. Nuestros
alumnos están immersos en estas dinámicas de «neolectura». Unas
nuevas dinámicas que van ligadas inevitablemente a las nuevas
tecnologías. Leen WhatsApps, comentarios en Instagram, memes... Más
difícil es encontrar alumnos que lan novelas y clásicos, però en
menor medida también los hay. Frecuentan más aunque no abundan
lectores de cómics o anime...
Sin entran en valoraciones de hechos, debemos aprovechar estas nuevas
maneres para nuestro objectivo escolar. Cosa que no significa la
anulación por completa de la lectura de textos y libros en las
respectivas asignaturas. No. Creo que es importante romper la idea
que anunciaba al principio sobre que la gente actual lee menos que
nuestros antepasados más recientes.
¿Cómo son estas nuevas dinámicas de lectura? En primer lugar, cabe
insistir que són a través de Internet o redes sociales. Por lo
tanto son mensajes cortos, con una información muy precisa,
concreta y superflua que no deja espacio para la reflexión. Una
primera limitación sería, pues, esta carencia de ir más allá de
lo que se dice.
Otra deficiencia es la falta de concentración que nuestros alumnos
tienen que, según mi punto de vista es una consecuencia del hábito
que tienen a la constante recepción de imputs. Me refiero a que
nuestro alumnado está muy acostumbrado a mirar vídeos u otros
recursos que muestran una succesión immediata de estímulos. A la
larga, esto provoca que nuestros alumnos no sean capaces de aguantar
la concentración mucho tiempo seguido. Y no sólo le ocurre esto a
nuestros alumnos. Yo misma me he percatado que con los años me
cuesta más leer y estar concentrada más tiempo. ¿Os sucede a
vosotros?
Creo que los alumos comprenden los mensajes que leen en las redes
sociales, pero tienen problemas con textos más profundos o con un
nivel más especializado. Por eso una de las competencias que deben
adquirir es dejar de leer entrelíneas (como a veces hacen) y
esforzarse a leer textos más complicados o que requieran una
atención más refinada.
En cuanto a las temáticas, hoy en día tenemos la suerte de contar
con un repertorio muy vasto de temáticas y libros hechos pensados
para los adolescentes. Hay mucha variedad. Lo suyo sería hablar con
el alumnado y que el mismo exprese sus preferencias.
Una buena oportunidad sería utilitzar las redes sociales para la
promoción de la lectura (preveniendo y evitanto los peligros
potenciales).
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